lunes, 26 de marzo de 2012

La palabra en sí no es muy bonita, pero el significado es sublime...


Si os digo la palabra, "resilencia", ¿qué os viene a la cabeza? Hasta hace un tiempo a mi no me hubiera venido nada a la cabeza, pero como muchos sabréis y los que no, os informo ahora, estoy pasando cuatro meses enclaustrado entre cuatro paredes para intentar preparar unas cuantas asignaturas de las que me examinaré a finales de mayo o en junio. El trabajo que me está ocupando es desbordante, ha supuesto paralizar toda mi vida para dedicar casi un "full time" a ellas. No sé cuáles serán los resultados, pero lo que sí sé, es que cuando la desesperanza se va a descansar un rato y me permite ver y sentir con claridad, descubro conceptos nuevos que me tienen maravillado y cautivado. Pues bien, todo este rollo introductorio, ha servido para hablaros de la RESILENCIA vocablo que he aprendido entre las horas y horas de lectura que estoy haciendo.

La sonoridad de la palabra probablemente no sea de las más bonitas y atrayentes, pero os aseguro que su significado guarda un gran valor. No voy a hacer una transcripción exacta de la definición según los distintos diccionarios o fuentes, para eso está internet. Os daré mi visión particular del concepto, claro que está fundamentado en su significado original, pero es mi interpretación personal.

La resilencia es una capacidad, una habilidad, es una competencia, es una virtud, es una cualidad, que sólo poseen los superhéroes y las superheroínas, pues es esa situación en la que una persona habiendo vivido momentos en su vida tremendos, penosos y amargos, como puede ser el vivir una experiencia tan angustiosa como un maltrato, a pesar de ello, disponen de ese poder fascinante de superación como para seguir adelante y salir airoso de tal vivencia. La resilencia no es dar la espalda a las adversidades, no, eso no. Es ser consciente de lo vivido pero gracias a esa regeneración interior, ser capaz de seguir adelante, con vigor y con fuerza.

Estoy convencido que muchos de vosotros y vosotras sois auténticos resilentes. Yo estoy empecinado en convertirme en un auténtico resilente. Soy consciente de lo sucedido en mi vida, pero quiero mirar de frente y a los ojos a toda la amargura que haya pasado ante mi para poder decirle: "Tu no vas a poder conmigo, voy a superarte y te vas a quedar atrás. No te voy a olvidar nunca, pero sí que voy a aprender de ti precisamente todo aquello que no quiero ser".

Con vuestro permiso, seguiré estudiando, espero poder compartir aquí, estos grandes momentos que ofrece la vida cuando descubres cosas tan maravillosas como la RESILENCIA.

Por cierto, os dejo un enlace que ilustra el concepto con una delicadeza exquisita. Espero que os guste tanto como me gustó a mi.

Se os quiere, Javier (aspirante a Resilente)